¡Que la primavera no le pase factura a tu piel!

Abr 26, 2021 | Sin categoría

Le damos la bienvenida a la primavera, pero también le damos la bienvenida a los cambios que ello implica. Entre ellos, el aumento de exposición solar, el aumento de las horas que pasamos en la calle, o el inicio de alergias provocadas por el polen.

La primavera es una estación en la que debemos tener especial cuidado, ya que la piel está expuesta a cambios de temperatura constantes que nos acaban pasando factura.

¿Sabrías decir cómo cuidar la piel en primavera, manteniendo el equilibrio facial?

En este blog te traemos algunos tips:

  1. La protección solar es imprescindible.

Con la primavera pasamos más tiempo en el exterior, llega el aumento de las horas de sol y por tanto, el aumento de la exposición solar. Aunque el sol nos aporta esa síntesis de vitamina D tan necesaria para la formación normal de los huesos, debemos tratar de protegernos de él en todo momento. Una exposición prolongada al sol, provoca en nuestra piel problemas como las manchas, o un envejecimiento prematuro de la misma.

En la capa exterior de la piel, llamada epidermis, se encuentran las células que contienen la melanina, que es un pigmento que protege a la piel de los rayos UV del sol, los cuales pueden quemar la piel y, con el tiempo, podrían reducir su elasticidad y causar un envejecimiento prematuro de la piel.

Todos nos hemos pasado alguna vez, largas horas tomando el sol para estar más “morenitos”, pero no podemos olvidar lo agresivo que puede llegar a ser el sol. Una exposición frecuente y prolongada a los rayos ultravioleta durante muchos años, es la principal causa de cáncer en la piel, lo que no debe tomarse a la ligera. 

La piel tiene memoria, protégela.

2. Limpieza facial.

Con el calor, y el actual uso obligatorio de mascarilla, para protegernos de la covid-19, aumenta el nivel de sebo en la piel, y con ello los problemas como el acné.

Con el uso de mascarillas, aumenta el Maskacné, ya que hay muy poco flujo de aire y esto crea un ambiente cálido y húmedo. Este ambiente genera desequilibrio dérmico y es ideal para que las bacterias nocivas de la piel se desarrollen. A medida que estas bacterias crecen, comienzan a ocluir o bloquear las aberturas de los folículos pilosos, causando puntos negros, puntos blancos, granos dolorosos y protuberancias de pus, es decir, pústulas. Muchos pueden experimentar protuberancias de acné en las zonas de la cara donde la máscara roza más, por ejemplo, en el puente de la nariz, a los lados de las mejillas y en la barbilla.

Debemos mantener una limpieza facial diaria, tratando de evitar estos problemas. Recomendamos una limpieza facial, antes y después de usar la mascarilla, con un jabón específico, sin aceites, como nuestra Mousse BelaSense, que aporta a tu limpieza diaria un efecto calmante, a la vez que eliminas las impurezas.

Es un producto antiséptico, antiinflamato y regenerante, con la finalidad de evitar la aparición del acné, gracias al Aloe Vera, el fitoplancton, el extracto de Bardana y Caléndula.

3. Hidratación imprescindible.

Aunque con el inicio del calor, aumenta la sensación de piel grasa, no podemos dejar de hidratarnos bien, ya que dicha piel grasa puede ser precisamente la causa de una falta de hidratación. Provocando problemas mayores, como aparición de arrugas, acné, o manchas.

Una piel bien hidratada, es una piel con mayor luminosidad, retrasando la aparición de arrugas, mejorando el aspecto facial. Incluso evita la aparición de acné, que en ocasiones surge por una piel deshidratada.

Cuando nos referimos a una piel deshidratada, no es un tipo de piel, sino un estado de la misma, que a veces puede confundirse con piel seca. Por tanto es reversible, pero si no es tratada, con el tiempo provocará envejecimiento prematuro, flacidez y arrugas. La falta de agua puede deberse a una escasez de lípidos que forman parte de la barrera de protección natural de nuestra piel y que son esenciales para mantener el agua en el interior.

El pH se verá alterado y la piel será susceptible de sufrir infecciones como la de la bacteria Propionibacterium acnes, causante del acné. Al mismo tiempo, las glándulas sebáceas recibirán la señal de que hay un déficit de lípidos, produciendo más sebo para compensarlo. 

De ahí que podamos tener la piel seca o deshidratada y acné.

Para una buena hidratación, es esencial encontrar el producto adecuado para cada tipo de piel, que mantenga el equilibrio facial, a la vez que aumenta la hidratación. Te animamos a probar nuestros productos, especialmente enfocados en tratar las manchas, el acné, y el envejecimiento facial.

4. Vida Saludable.

Haciendo hincapié en el apartado anterior, es esencial una piel bien hidratada, y para ello, además de usar productos cosméticos adecuados, debemos beber entre  1,5 y 2,5 litros de agua al día.

La piel, es el espejo exterior de cómo nos encontramos por dentro; por ello, debemos tratar de llevar una dieta equilibrada y sana.

Una mala alimentación, es un factor que influye en muchos problemas, como el acné, el aumento de grasa tanto facial como corporal y abundantes problemas médicos. Debemos tener especial cuidado en seleccionar los alimentos que consumimos, y en qué medida los consumimos.

El deporte también es esencial para llevar una vida saludable y la piel del rostro lo nota. El deporte hace que aumente la circulación sanguínea, el sudor hace que se dilaten los poros, y nos libremos de la suciedad acumulada, reduciendo el acné, además de mejora el brillo y el color de la piel.

Desde AlgaeSense, queremos recordar la importancia de cuidar la piel, y lograr el equilibrio. Todos nuestros productos, están enfocados en ello, tratando de ayudar a tu piel día a día.

Beauty in balance.

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